martes, 7 de junio de 2011

Un premio Nobel de la Paz preocupado por la ausencia de la misma

Barack Obama, presidente de Estados Unidos, se refirió a la situación actual en Libia:  "No me importa quién gobierne, los pozos petroleros permanecerán allí y ya se verá con quién hay que negociarlos". 




 Para blackman, apodo que tomaría el presidente norteamericano cuando lo declaren SHI (Super Héroe Imperialista), la cuestión no pasa por el recurso humano libio sino por las riquezas que justifican a ese terruño como nación. "Tarde o temprano sabremos a quién apoyar: mientras tanto, cuidamos que nadie toque los pozos petroleros, nos haremos cargo de ellos apenas podamos y no los abandonaremos nunca más a su suerte", enfatizó el presidente norteamericano. 






El empate técnico entre las tropas del líder de Libia, Muamar Kadhafi, y los rebeldes que quieren voltearlo tiene empantanado a ese país desde marzo. El avance y retroceso continuo de los dos bandos hace que resulte difícil para los aliados occidentales de la OTAN el apoyo a una de las dos facciones. "Teníamos todas las fichas en los opositores de Kadhafi, pero resultaron unos flojos que necesitan que llenemos de bombas el frente todos los días para poder mantener una mísera ciudad. Estamos pensando seriamente en volver a confiar en el presidente de Libia y exigir una apertura democrática en unos años, cuando los opositores estén los suficientemente maduros para retener ciudades a sangre y fuego", analizó el presidente francés, Nicolás Sarkozy.







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